Los primeros días de los bebés son apenas un suspiro, su carita, sus gestos... es el momento ideal para realizar sus primeras fotos, esas que te sacarán alguna que otra lagrimilla cuando las mires una y otra vez.

Los bebés cambian muy rápido y cualquier momento se convierte en único para conservarlo: se ríen a carcajardas, dan palmas, nos miran expectantes... ¡es una etapa preciosa para fotografiar a tu pequeño!.